Avenida Reyes Católicos, 16:00, 29 años.

Hace dos años, un sábado después de comer salió mi madre a hacer la compra y un vecino de toda la vida que fue amigo de infancia de mi hermana, vio a mi madre salir y supo que me quedé sola. Llamó a mi puerta y al abrirle vi que llevaba una brecha en la ceja y que iba muy borracho, él no sabía ni que le sangraba. Me preguntó que si tenía un cigarro y le dije que no fumaba y le dije que si quería algo para la herida. Hizo el amago de entrar sin que yo le invitara y vi que llevaba la cremallera del pantalón desabrochada y el miembro erecto por fuera. Me asusté y fui a cerrar la puerta, él hizo fuerza pero como iba tan perjudicado pude cerrarla.